La fibromialgia se caracteriza por dolores musculoesqueléticos generalizados y sensación dolorosa a la presión en unos puntos específicos.
En términos generales podemos decir que la fibromialgia consiste en una anomalía en la percepción del dolor, de manera que se perciben como dolorosos, estímulos que habitualmente no lo son.
¿Cómo puede actuar la fisioterapia en estos casos de fibromialgia?
Debido a que la fibromialgia es una enfermedad que no tiene cura definitiva, el objetivo de los tratamientos es mejorar el dolor y tratar los síntomas que lo acompañan, consiguiendo así mejoría en la calidad de vida.
El tratamiento fisioterapéutico para la fibromialgia puede realizarse mediante estiramientos, hidroterapia o masajes específicos, siempre cuidando de no causar más dolor.
Además, se pueden usar dispositivos de electroterapia para relajar puntos dolorosos, así como fortalecer cierta musculatura o mejorar la circulación.
Los fisioterapeutas valoran qué tipo de ejercicio físico es el más oportuno en cada caso, y cuál debe ser su programación en cuanto a periodicidad, intensidad y tiempo de realización.
Y es que, no todos los enfermos de fibromialgia pueden realizar el mismo tipo de ejercicio ni con la misma intensidad.
Teniendo en cuenta el carácter crónico que tiene la fibromialgia y la necesidad de un tratamiento continuado, es muy probable que el fisioterapeuta incluya indicaciones sobre el uso de determinados ejercicios físicos domésticos.
Si padeces de fibromialgia debes saber que la fisioterapia puede ayudarte a calmar tus dolores y molestias.
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