Portear a tu bebé. Si hay una cosa clara en cuanto a los bebés es que desde que nacen buscan el arrullo y el calor de los brazos.
De hecho, es la clave para garantizar el correcto desarrollo del niño, pero es cierto que los padres necesitamos los brazos libres para hacer las miles de cosas que requiere un bebé.
Para ello, existe el porteo, que más que una opción es una forma de vida. Pues el mismo, fortalece el cuerpo del bebé mediante los movimientos de quien lo lleva. Esto se debe a que es un proceso muy parecido al experimentado por el embrión en el vientre.
Y entre sus muchos beneficios, además de los que ya hemos comentado, encontrarás que con el porteo:
- Puedes llevar a tu bebé de forma segura y con confianza
- Tendrás mayor libertad de movimiento.
- Fortalecerá la relación de padres e hijos, no nos olvidemos de la importancia del contacto piel con piel, especialmente durante los primeros meses de vida.
- También desarrolla y estimula los sentidos del bebé, además del desarrollo psicomotor gracias al balanceo, el cual fomenta el equilibrio y control postural.
- Te ayudará a tonificar los músculos de la espalda, ya que los padres toleran menos peso al estar el mismo mejor distribuido.
- Y además, el porteo disminuye la aparición de cólicos. Pues la posición vertical beneficia al sistema digestivo y permite la expulsión de los gases.
A pesar de sus múltiples beneficios, algunos padres han manifestado que el porteo les causa dolor de espalda, pero vamos a romper este mito.
Y es que, el buen porteo no provoca dolor de espalda. Los dolores de espalda que se presentan al portear son causados principalmente por dolencias durante el embarazo no tratadas, que empeoran durante el parto y postparto. No son causadas por el buen porteo.
¿A qué nos referimos cuando hablamos del buen porteo?
Es aquel que elegimos y utilizamos de forma correcta, con un portabebé adecuado para las características tanto del bebé como de los padres.
¿Qué debemos hacer para evitar estas molestias de espalda?
- En primer lugar, recomendamos vigilar el cruce de la tira dorsal, pues si queda casi en el cuello va a aumentar la curva dorsal y sobrecargar el cuello.
- En segundo lugar, vigilar el apoyo de la cintura en tu zona lumbar, el cual puede verse bajo la presión del cinturón.
- En tercer lugar, que el porteo lo realicen ambos padres. Ya que, si el dolor es causado por una lesión no tratada durante el embarazo o parto, el otro progenitor podrá portear mientras la madre se recupera.
Y por último y la más importante de todas, acudir a un fisioterapeuta. El cual nos va a ayudar con las dolencias y enseñarnos a corregir posturas .
Además de consultar con un asesor de porteo, quien nos mostrará las diferentes y variadas opciones para portear, cual se adapta mejor a lo que buscamos, siempre dentro del buen porteo.