Ya hemos hablado de las lesiones comunes situadas en los pies, pero otras se sitúan en el resto del cuerpo.
Entre ellas, encontramos:
- Síndrome de dolor fémororrotuliano. Caracterizado por el dolor debajo de la rótula por la presión asociada con el doblez de la rodilla, los pliés, los saltos, etc.
Esto ocasiona un ablandamiento o adelgazamiento del cartílago tras la rótula.
- Contracción de la cadera. La contracción del tendón sobre la parte delantera o un lado de la cadera, asociado con el movimiento activo de la cadera.
Ocasionalmente, se debe a un desgarro en el cartílago que recubre la cavidad de la cadera.
Aunque si se produce una dislocación de la cadera, no es probable.
Se trata de una lesión que puede producir o no dolor, ya que, algunas veces se siente un rompimiento.
Pero, en otras ocasiones existe la sensación de que la cadera se sale de su lugar, o una sensación de presión o punción profunda, al doblar la cadera.
- Lesión de la porción interarticular de la segunda vértebra cervical. Esta es parte de la columna vertebral, la cual se tensiona con la extensión trasera, (o arco).
Por lo que notaremos tensión y/o dolor en la parte central de la espalda baja.
El cual se intensifica al arquearse, saltar, correr y acostarse inclinado.
- Por último, lesión de los discos. Hallaremos un debilitamiento o protuberancia del disco lumbar.
Provocado al doblar, girar o elevar de forma repetida el tronco.
Lo podemos identificar como un dolor en la espalda baja que se extiende al costado o a los glúteos, incluso llega al muslo. En ocasiones notaremos adormecimiento u hormigueo causado por esta lesión.