El suelo pélvico es el encargado de sustentar órganos tan importantes como la vejiga y el recto.
Por ello, si el suelo pélvico se ve debilitado se produce una incontinencia urinaria y/o fecal. De hecho, una de cada tres mujeres sufre incontinencia urinaria tras dar a luz.
Es por eso que, la fisioterapia juega un papel muy importante durante el embarazo, especialmente por su gran eficacia.
Pues aproximadamente el 70% de los casos, tienen resultados positivos tras la fisioterapia. La cual durante el embarazo tiene como objetivo la prevención y/o tratamiento de la zona lumbar como del suelo pélvico. Pero también prepara físicamente a la mujer para dar a luz.
Por un lado, prepara el suelo pélvico para evitar la lesión del mismo, y por otro lado, prepara la musculatura abdominal para que la mujer pueda colaborar al máximo durante los pujos del parto.
La intención principal es que la salida del bebé se produzca de forma rápida, controlada y sin daños.
Por tanto, podríamos identificar el trabajo fisioterapéutico en tres partes: el segundo trimestre, el tercer trimestre, y por último, el postparto.
En el segundo trimestre, la fisioterapia incide en los ejercicios de suelo pélvico para prevenir la aparición de incontinencia urinaria al final del embarazo y postparto.
Además de realizar ejercicios de estabilización lumbo-pélvica, reduciendo los dolores de espalda.
Durante el tercer trimestre, el trabajo fisioterapéutico se centra en preparar la musculatura, ligamentos y fascias del suelo pélvico para el gran estiramiento que van a soportar durante el momento del parto, intentando evitar los desgarros.
Así como hemos dicho anteriormente, preparar la musculatura abdominal para tener mayor control del pujo en el parto,favoreciendo el descenso y la salida del bebé.
Por último, pero muy importante, el papel vital de la fisioterapia durante el postparto, ya que, este periodo es muy crítico para el suelo pélvico.
Puede haber dolor o sensación de debilidad, por lo que es importante evitar hacer grandes esfuerzos durante las semanas postparto.
Además, los músculos abdominales han sufrido modificaciones durante el embarazo a medida que el bebé crece en el vientre materno.
Así que, es importante evaluar y recuperar la tensión y fuerza de los músculos abdominales, los cuales son esenciales para conseguir estabilidad de la columna y la sujeción de los órganos.